¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, es… ¡un drone!, y lo mismo te realiza una fotografía aérea, que te hace un estudio del terreno, se encarga de las labores de control y vigilancia o llega a las zonas más inaccesibles para rematarte una obra. Este nuevo “superpoder” tecnológico ya está siendo utilizado en el sector de la edificación y, en breve, veremos a los drones ayudarnos en las más diversas tareas.
Cada vez nos es más habitual contemplar en los cielos de nuestros campos y ciudades estos curiosos aparatos, que iniciaron su ascenso con una intención netamente lúdica y se han ido desarrollando con una rapidez inusitada hasta alcanzar un grado de sofisticación impensable hace tan solo unos años.
En nuestro imaginario colectivo no nos resultaría nada extraño que en cualquier momento nos apareciese un drone en la puerta de nuestra casa para dejarnos un paquete o entregarnos un pedido de comida por encargo. Sin embargo, su empleo, en la realidad, está yendo mucho más allá. Y es, sin duda, la construcción uno de los sectores donde más puede apreciarse.
Pronto veremos grandes avances y novedades del apoyo que puede darnos un drone en diferentes actividades, tanto lúdicas como profesional o de alto riesgo en zonas bélicas o de rescates.